Con "alcatraces" renovarán viviendas en El Consejo
 
No se trata del ave marina, propia de mares templados, aunque los jóvenes que forman parte del proyecto Alcatraz están inspirados en el también llamado pelícano.

      Esos muchachos, que en el pasado fueron transgresores, hoy se convertirán en constructores populares y contribuirán a transformar las viviendas precarias -del pueblo en el que nacieron- en casas dignas.

La casa de Iraida Tovar tiene un gran patio delantero y sobre ese espacio vacío ella construye los sueños de ampliación del hogar que comparte con sus 5 hijos en El Consejo, estado Aragua. La casa, en realidad, no es más que una sala convertida en habitación, cocina y estancia de la familia. Así han vivido por años, aunque muchas veces, Iraida, de 24 años de edad, solicitó créditos y ayuda a las autoridades locales para mejorar la vivienda.
 
 
Nunca le respondieron, hasta ahora, cuando su nombre fue incluido en una lista reducida de 5 familias que serán asistidas por la Fundación Taller del Constructor Popular, una de las 6 iniciativas de inversión comunitaria de Ron Santa Teresa, cuya misión principal es la de "cambiar ranchos por casas".

"Me gustaría ampliar la casa, tener alguna habitación y al menos un baño", refirió Iraida en la puerta de la vivienda de bloques y planchas de zinc que ocupa desde hace varios años.

En la misma situación hay otras 4 familias, todas residentes del sector Juan Moreno II de El Consejo. Alexis Rivas comparte una sala pequeña con otras 8 personas. En la vivienda de Jacqueline de Blanco, en cambio, conviven 12 niños y 4 adultos; mientras que con Marielena Tovar, otra de las beneficiadas, duermen cada noche, en una habitación mínima, 14 miembros de la familia. Todos sueñan con la idea de una sala, con la posibilidad de tener un baño con puerta y lavamanos, y con varios cuartos para que los niños no tengan que amontonarse en una sola cama.  
 
 
Mirtha Alcántara, gerente general de la Fundación Taller del Constructor Popular, señaló que el proyecto comenzará con 5 familias piloto, pero la idea es que se puedan beneficiar 60 grupos asentados en los barrios que rodean el casco histórico de esta población. En la primera fase, Ron Santa Teresa (la más antigua productora de ron de Venezuela) financiará la remodelación de las casas, con el aporte de Fundabarrios y la asistencia de la Cámara Venezolana de la Construcción y Cementos Lafarge. Luego se espera la incorporación de otras instancias del Ejecutivo. De hecho, el ministro de la Defensa, Jorge Luis García Carneiro, aseguró, en una visita reciente que hizo a la zona, que contribuiría con el proyecto de sustitución de ranchos por casas.

Por lo pronto, las 5 familias que fueron seleccionadas, de acuerdo con criterios preestablecidos (que vivan cerca de la Casa Morgado, una antigua casona, sede del Taller de Construcción Popular; que estén asentadas en zonas fuera de peligro y que tengan casas de bases sólidas) empezarán a trabajar en la transformación de sus propias viviendas a partir del mes de marzo.

Alcántara explicó que las familias se quedarán en el mismo sitio, sólo que en mejores condiciones, y es obligatorio que algún miembro del grupo intervenga directamente en las obras de mejoramiento y reparación. "Las casas se remodelarán una por una y la idea es que todas las familias participen en la recuperación de las viviendas de sus propios vecinos. Esperamos que cada uno ponga a la disposición su hogar para recibir a los niños que vivan en la casa que se esté remodelando, de manera que puedan hacer la tarea o comer sin inconvenientes de ningún tipo".
 
Jóvenes constructores

La otra parte del trabajo estará en manos de los "alcatraces". Así se le conoce en El Consejo a todos los jóvenes que forman parte del proyecto Alcatraz, una organización no gubernamental que nació para erradicar -sin violencia- las acciones delictivas que se cometen en el municipio Revenga del
estado Aragua. De hecho, el Taller del Constructor Popular fue creado para que los "alcatraces" se capaciten en técnicas alternativas y convencionales de construcción, contribuyan al mejoramiento de las casas de su propio entorno y a la edificación de nuevas viviendas populares.
 
 

Albert Tovar, de 27 años de edad, es un alcatraz que sueña con ser arquitecto y que valora el privilegio de tener como maestro a Felipe Montemayor, proyectista del edificio del Aeropuerto Internacional de Maiquetía en 1973, y Premio Nacional de Arquitectura 1980 por la misma obra. Estudia en la Casa Morgado y fue el responsable de hacer las mediciones de las 5 viviendas que serán ampliadas en el sector Juan Moreno II. Su vida cambió drásticamente desde que decidió voluntariamente formar parte del proyecto Alcatraz. "Estoy a punto de culminar el bachillerato y después quiero empezar en la universidad. Antes no me dedicaba a nada, sólo vagueaba en la calle".

Alberto Vollmer, presidente ejecutivo de Ron Santa Teresa y fundador del proyecto Alcatraz, señaló durante la inauguración de la Casa Morgado, celebrada el pasado lunes, que la visión del taller es transformar a los participantes en agentes de cambio y convertirlos, además, en
microempresarios de la construcción. En esa posibilidad confía Luis López, coordinador técnico de
la Casa Morgado y "padre" del Taller del Constructor Popular. "Queremos que los jóvenes vean en la construcción un proyecto de vida. Empezaremos con 48 alumnos, algunos serán alcatraces, pero otros serán muchachos de la comunidad que también tengas deseos de estudiar. Deseamos que la escuela se convierta en un centro de investigación sobre la vivienda económica. Nuestra meta es cambiar las casas muertas de El Consejo por casas dignas ".

Felipe Montemayor, asesor del proyecto, recuerda que la gente de los barrios hace, intuitivamente, muy buenas construcciones, "nosotros sólo seremos una guía, sólo canalizaremos el talento natural de la comunidad".

 
El Nacional - Domingo 30 de Enero de 2005
 
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